jueves, 14 de enero de 2010

3er aniversario

REQUIEM: Alfonso Trejo González
Déjame que te cuente…
Por Sergio M. Trejo González.
3 años han transcurrido… 1095 días se cumplen hoy 13 de enero. ¡que casualidad! Esa cifra es la cantidad prevista como indemnización, en la Ley Federal del Trabajo, para el caso de incapacidad permanente total, que es cuando un trabajador se encuentra imposibilitado para realizar cualquier labor. Con el pago de 1095 días de salario (artículo 495) debe conformarse, no queda de otra, quien por circunstancias especiales ya no pueda continuar dando golpe. Esa misma cantidad de días han transcurrido desde que mi hermano Alfonso descansa en el sueño de los justos, reposa de aquellos trabajos que realizaba desde las 3 o las cuatro de la mañana, trabajaba para comer, desde sus 19 años de edad se la pasó luchando entre la fauna transportista para dejar un patrimonio a sus hijos y para sus nietos… y debemos conformarnos, tampoco nos queda de otra.
DIOS, resolvió hace tres años, el 13 de enero del 2007, que mi querido hermano regresara al empíreo, para dejar de pensar en sus compromisos financieros y en sus faenas mecánicas, dejándonos tatuado su recuerdo en el corazón y en la mente.
Alfonso fue un regalo grande y valioso, que el señor escogió para sus hermanos y para quienes lo conocimos; para su desconsolada madre, que ha convertido la sala de su casa en pequeño altar, siempre plagado de flores y veladoras, donde rezar por el descanso de su alma... significó un privilegio compartir espacio y tiempo con un ser tan humano, aunque ahora todo aquello parece un sueño, porque debemos padecer el dolor de no tenerlo más a nuestro lado.
Las conversaciones con Alfonso eran diálogos respetuosos, fue un hombre un hombre afectivo, mesurado y trabajador, tolerante a la mentalidad obtusa y prejuiciosa de quienes no aceptaban sus ideas de inversión, renovación y administración.
3 años se cumplen….Las campanas sonaban doblando por Alfonso.. aquel cortejo caminaba tras un féretro que los amigos de Alfonso cargaban por algunas calles de Acayucan, hasta que los mariachis callaron…se fue. Su imagen permanece, así pasa el tiempo marcado por el calendario. No intentes razonar y déjate llevar…No trates de encontrar la solución a la circunstancia. Todo pasa. Hay una luz en algún lugar adonde van las fantasías de la humanidad…Hay una luz dentro de ti, donde están los sueños que van a venir para volver a despertar, no te olvides. Nunca dejes de soñar. Hay una luz que no se ve, brilla desde adentro. Más allá del tiempo sé que hay un lugar donde quiero ir, donde quiero estar. Uno solamente levanta la vista para cuestionar ¿Por qué? Pero la respuesta no llega de la misma manera que nuestra urgencia de explicación…necesitamos aguardar.

Hoy, cuando se cumplen 1095 días de aquella muerte, recuerdo a mi hermano entre “las Golondrinas”, que alguien cantaba, muchos abrazos y condolencias, muchos amigos estuvieron cerca en el pésame…despidiendo el cuerpo sin vida, evocando su infancia y su paso valioso por la vida… Hoy lo recuerdo nuevamente al cumplirse un año de aquel día…Se fue Alfonso, hay dolores que solo la convicción de un orden superior pueden ayudar a superar. A las 7 de la noche, estaremos quienes le queremos y nunca podremos olvidarlo, en la parroquia de San Martin Obispo, para elevar nuestras oraciones por su descanso…hasta que nos volvamos a encontrar.

0 comentarios:

Publicar un comentario